domingo, 10 de agosto de 2025

UN CONTENTO DE MENOS EN LA TIERRA, ES UN PARAÍSO DE MÁS EN EL CIELO



                    Continuando mi habitual estado (1), en cuanto he visto al bendito Jesús me ha dicho: “Hija Mía, por cuantos mínimos placeres el alma se priva en esta vida por amor Mío, otros tantos paraísos de más le daré en la otra vida; así que un contento de menos aquí, es un paraíso de más allá. Imagínate un poco cuántas privaciones has tenido tú en estos veinte años de cama por causa Mía, y cuántos paraísos de más Yo te daré en el Cielo”. 

                    Y yo al oír esto he dicho: “Mi bien, ¿qué dices?. Yo me siento honrada y casi deudora de Ti porque me das la ocasión de poderme privar por amor Tuyo, ¿y me dices que me darás otros tantos paraísos?”. Y Él ha agregado: “Y es exactamente así”. 

                    Deo Gratias.


 Nuestro Señor a Luisa Piccarreta, “Libro de Cielo”, Vol. 7, 10 de Agosto de 1906


1- Por una particular disposición de Dios, Luisa Piccarreta permanecía toda la noche sumida en un profundo éxtasis, paralizada, mientras recibía luces del Cielo; tan sólo conseguía liberarla de aquél místico trance la bendición del Sacerdote, que cada mañana celebraba la Santa Misa en su dormitorio. Este "sueño extático" era tan cotidiano para Luisa que ella lo definió en sus escritos como "mi habitual estado". Dicha fenomenología no fue exclusiva de Piccarreta, se dio con anterioridad en Santa Catalina de Siena y casi a la vez en la mística portuguesa Alexandrina Da Costa, entre otras almas privilegiadas.




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