Continua casi siempre lo mismo. Esta mañana, transportándome Jesús según Su costumbre fuera de mí misma, hemos pasado en medio de mucha gente, y la mayor parte de ellas estaban atentas a juzgar las acciones de los demás, sin mirar las propias, y mi amado Jesús me ha dicho: “El medio más seguro para ser recto con el prójimo es no mirar en absoluto lo que hacen, porque mirar, pensar y juzgar es lo mismo, además, mirando al prójimo vienes a defraudar la propia alma, por lo que sucede que no se es recto ni consigo mismo, ni con el prójimo, ni con Dios”.
Después de esto le he dicho: “Mi único Bien, ya hace tiempo que no me has dado ni siquiera un beso”. Y así nos hemos besado. Y queriéndome casi corregir ha agregado: “Hija Mía, lo que te recomiendo es conservar y estimar Mis palabras, porque Mi Palabra es eterna y santa como Yo Mismo, y conservándola en tu corazón y aprovechándola, tendrás tu santificación y por ello recibirás en recompensa un esplendor eterno, producido por Mi Palabra; haciendo de otra manera tu alma recibirá un vacío y quedarás deudora de Mí”.
Nuestro Señor a Luisa Piccarreta, “Libro de Cielo”, Vol. 2, 30 de Julio de 1899
No hay comentarios:
Publicar un comentario