Amor mío, el corazón se me oprime al dejarte... Por eso Te ruego que cierres mis oídos con Tus espinas para que sólo pueda oír Tu voz, que me cubras con Tus espinas mis ojos para poder mirarte sólo a Ti, que me llenes con Tus espinas la boca para que mi lengua permanezca muda a todo lo que pudiera ofenderte y está libre para alabarte y bendecirte en todo... Oh Rey mío Jesús, rodéame de espinas, y estas espinas me custodien, me defiendan y me tengan abismada por entero en Ti...
Extraído de “Las Horas de la Pasión”, de las Revelaciones
de Nuestro Señor a Luisa Piccarreta. Decimoséptima Hora
de Nuestro Señor a Luisa Piccarreta. Decimoséptima Hora
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