"Hija mía, a lo que quiero que prestes más atención es a la constancia en el bien, tanto en el interior como en el exterior, porque la repetición de amarme, de tantos actos interiores y del bien constante, hace crecer siempre la Vida Divina en el alma, pero con tal energía que puede compararse a aquel bebé que creciendo en un aire bueno y con alimentos sanos crece siempre bien, con plena salud, hasta que llega a debida estatura sin haber tenido necesidad ni de médicos ni de medicinas, es más, es tan robusto y fuerte que alivia y ayuda a los demás"
Nuestro Señor a Luisa Piccarreta, "Libro de Cielo", Vol. 8, 26 de Agosto de 1908
No hay comentarios:
Publicar un comentario